Hasta ahora la autora ha logrado
hábilmente que nuestra percepción de la familia Morales Cortés sea positiva, y
que encontremos chocante todo aquello que esté en su contra. La familia pertenece
al orden de los elegidos. Son muchas las gracias con las que la
naturaleza ha ensalzado al clan: el color de su cabello y de su piel, sus
rasgos fisonómicos, su bondad y hasta su riqueza material. Su amor no conoce
fronteras.
Ni la muerte ha sido capaz de tocarlos.
En la novela, el personaje que hace resaltar con mayor
brillo el aura que rodea a la familia es Anselmo Espiricueta. Contra lo
oscuro de su masculino corazón, la familia brilla en todo su esplendor. Un
personaje díscolo al principio -inocente, incluso, como cuando lanza la piedra
y esconde la mano, “¡Simonopio es hijo del diablo!”- se torna mezquino mientras
avanza la historia.
Hay quienes parecen no tener redención. Anselmo además carece de virtudes,
nos dice la autora. Su enemistad para todo lo que la
familia representa es enorme. Brutal es su mano al adiestrar a los suyos en el camino del "bien".
En esta historia de héroes y villanos, el detalle que despierta mi atención es que Anselmo viene del sur: “Del sur más sur”, dice él, del sur mexicano, entiendo yo, donde existen grandes asentamientos indígenas.
En esta historia de héroes y villanos, el detalle que despierta mi atención es que Anselmo viene del sur: “Del sur más sur”, dice él, del sur mexicano, entiendo yo, donde existen grandes asentamientos indígenas.
Entonces se me ocurre que lo que la
autora describe no solo es la relación de los elegidos contra los otros, sino entre lo civilizado y lo primitivo. Una vieja querella, ya
lo hemos visto antes. Dinámica que en esta novela pudiera apuntar
a la relación entre Europa y América -el continente; o lo
que equivale a decir: del occidente racional contra aquello que este
occidente ni entendió ni quiso entender.
Por supuesto, esta es solo una
inquietud despertada por la lectura. En la
ficticia realidad los personajes no saben de sus respectivas herencias, solo reaccionan a las varias presiones que los
rodean.
Hay que esperar a ver como se desenlaza la trama. Así como van las cosas a Anselmo
Espiricueta ni la vida ni la autora le han dado tregua.
Detalle de la portada: https://www.google.com/imgres?imgurl=http%3A%2F%2F3.bp.blogspot.com%2F-qfqlcVUMYVI%2FTboLepVcsFI%2FAAAAAAAAS0o%2Ffy1grsDwS8E%2Fs320%2Fchamanismo.jpg&imgrefurl=http%3A%2F%2Fwww.teinteresasaber.com%2F2011%2F04%2Fquien-son-los-chamanes.html&docid=l_JmbllSKweCyM&tbnid=Ka1x5ZZUrG5jcM%3A&vet=10ahUKEwihp7Kp0qDXAhWC1hQKHQ5LCqcQMwiaAShTMFM..i&w=320&h=316&bih=806&biw=1600&q=imagenes%20de%20chamanes&ved=0ahUKEwihp7Kp0qDXAhWC1hQKHQ5LCqcQMwiaAShTMFM&iact=mrc&uact=8
Luis, me has hecho cambiar de opinión, tanto por esta entrada del blog, como por lo que expusiste en la última reunión. Reconozco que tenía una visión maniquea de los personajes… ¡consecuencia de ver demasiadas telenovelas! Nos queda mucho por descubrir, y seguramente habrá motivos que se irán revelando de a poco. Gracias por hacernos reflexionar desde otra perspectiva.
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